Suministros de combustible de biomasa

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Distribución de biomasa.

 

 

Tipos de combustible

Los biocombustibles son aptos para su uso tanto en estufas como en calderas de biomasa, por ser estas una Energía Renovable muy favorable ya que representan un ahorro considerable en el total de la factura energética.
Decimos que 2 Kg. de combustible equivalen a un litro de gasoil (dependiendo siempre del tipo de combustible que sea y de su poder calorífico).

Podemos encontrar diferentes tipos de biocombustibles, entre los que destacan:

 

tipos de combustible para calderas de biomasa

Hueso de Aceituna:

Este combustible procede de almazaras, tras cerrar la campaña de recogida de aceituna y su posterior proceso de elaboración del aceite.
Después de triturarlo, necesita un periodo de secado. Este paso es decisivo para su posterior comercialización, puesto que cuanto más seco esté, más rendimiento podremos sacarle a nuestra caldera ó estufa.
El hueso de aceituna presenta una densidad aparente que va en función de su contenido en humedad.
Cuanto más seco esté el hueso de aceituna, mejor calidad tendrá.

 

Pellet:
El pellet es un tipo de combustible a base de madera prensada, procedente de restos de poda, talas ó de carpinterías, donde la propia lignina hace de aglomerante. En este proceso, el pellet, coge un tono brillante lo que les hace más densos.
Ventajas añadidas del pellet son el precio económico con respecto a los combustibles fósiles y la producción de menos contaminantes.

 

Cáscara de almendra:
Tanto por su precio como por su presentación en distintos formatos (cáscara entera, partida ó molida), es el biocombustible más demandado por los consumidores finales.
Hablando de su poder calorífico podemos decir que es superior al que tienen el hueso de aceituna y el pellet, por lo que gana ventaja con respecto a los demás combustibles.
La relación calidad/precio es lo que marca la diferencia de la cáscara de almendra.